¿Por qué tantas enfermedades hoy?
Una mirada al estilo de vida actual. (Lectura en 3 minutos).
Hoy más que nunca, las enfermedades crónicas como la diabetes, hipertensión, hipercolesterolemia (enfermedades cardiovasculares), sobrepeso y obesidad, problemas digestivos, hormonales y emocionales están en aumento. ¿Te has preguntado por qué?
La respuesta no es simple, pero sí clara: nuestro estilo de vida ha cambiado más rápido que nuestra biología. Desde hace unos 40 o 50 años hacia acá todo ha cambiado, poco a poco, sin darnos cuenta. Y nos tiene atrapados «como si nuestra forma de vida sea la mejor». Aquí mucho tiene que ver la televisión, tanto la pasividad de los gobiernos, como los presentadores, telediarios y programas que normalizan esta situación, los anuncios comerciales,.. También las diferentes industrias dedicadas a la enfermedad, tú ya sabes cuales.
Aquí algunas de las causas principales que nos producen el 90% de las enfermedades, también el cansancio crónico y muchas otras dolencias:
1. Alimentación actual: mucho sabor, poca nutrición
Vivimos rodeados de alimentos hiperprocesados: bonitos a la vista, sabrosos… pero muy pobres en nutrientes, debido a las formas de cultivo y producción pensando en cantidad a costa de la calidad. Consumimos gran cantidad de alimentos que contienen aditivos, conservantes, colorantes, saborizantes, con una carga de químicos que nuestro cuerpo no reconoce ni necesita, solo nos perjudican.
2. Exceso de carbohidratos simples
El azúcar está en todas partes: pan blanco (refinado, quitándole la fibra y el germen donde reside el 80% de los nutrientes del cereal), los mal llamados cereales de desayuno, galletas, bollerías (todas), refrescos, energizantes, snacks. Esta sobrecarga afecta directamente nuestros niveles de energía, genera inflamación y desregula la insulina. A más carbohidratos simples más insulina, a más insulina más carbohidratos simples nos pide nuestro cuerpo. Evítalos, «todos», y aumenta los carbohidratos complejos (saludables).
3. Grasas saturadas y trans: silenciosos enemigos
Las grasas malas (saturadas) presentes en frituras (incluyendo rebozados y empanados), toda la comida rápida (comida chatarra o basura), bollerías y productos preparados contribuyen al colesterol alto, debilitamiento del intestino produciendo inflamación crónica y la mayoría de los problemas cardiovasculares.
4. Microplásticos y químicos en nuestra dieta
Están en el agua, en los envases plásticos, incluso en los pescados y carnes. Sin darnos cuenta, ingerimos pequeñas dosis (micropartículas) de toxinas químicas que se acumulan en nuestro vísceras, alterando nuestras funciones celulares y hormonales. «Date cuenta todos los alimentos que compramos día a día que vienen embalados y sobre embalados en plásticos». Compra a granel y en papel, evitando los plásticos.
5. Falta de nutrientes reales
Estamos bien alimentados pero perfectamente desnutridos. Aunque comemos más, nos nutrimos menos. El suelo está empobrecido por la excesiva exigencia de producción. Las frutas y verduras ya no contienen las mismas vitaminas y minerales de hace décadas. Aquí la complementación nutricional se vuelve una herramienta necesaria e imprescindible para proporcionar a nuestro cuerpo TODOS los nutrientes necesarios. ¿No te pasa que comes y comes y no te sacias?. Esto hace que comamos calorías en exceso, causantes del sobrepeso y la obesidad.
6. Sedentarismo: el nuevo hábito tóxico
Pasamos horas sentados, frente a pantallas (la tv, el ordenador, la tablet, el móvil,.. ¡o todo!). El cuerpo humano está diseñado para moverse, y cuando no lo hace, todo se ralentiza: el metabolismo, la circulación, la digestión, el ánimo,… también la falta de producción de masa muscular causando Sarcopenia, la quema de calorías o simplemente estreñimiento por la falta de movimientos intestinales (peristálticos).
7. Estrés y desconexión emocional
Vivimos con prisa, en automático, sin dedicarnos tiempo de calidad a nosotros mismos. El estrés sostenido debilita el sistema inmune y desequilibra nuestras hormonas, las emociones y hasta la digestión. Dormimos mal sin obtener descaso (en la noche es cuando más se activa la regeneración celular). Fumamos, bebemos alcohol y/o comemos por ansiedad.
¡La solución! para volver a disfrutar de una vida llena de bienestar
Volver a lo simple. Elegir, siendo exigentes con lo que comemos. Nutrirnos mejor. Movernos todos los días. Hidratarnos lo necesario con agua pura e infusiones. Descansar de verdad. Escuchar a nuestro cuerpo. Regalarnos nuestro tiempo (sin hacer nada). Y cuando hace falta, complementar con productos naturales de calidad que nos ayuden a cubrir lo que la alimentación actual no alcanza.
La salud no es un lujo, es una elección diaria. No solo es vivir más años, ¡es darle vida a los años!